Es una infección crónica en el oído medio, es decir, afecta a la membrana timpánica, a los huesecillos en cadena que trasmiten el sonido (martillo, yunque y estribo) y caja timpánica en general y resto de la mastoides. Se mantiene en el tiempo sin tendencia espontánea a la curación.



La causa más frecuente es la evolución incorrecta de una otitis crónica supurada, introduciéndose epitelio hacia dentro de la perforación, invadiendo y destruyendo la caja timpánica; se forma como una bolsa de restos epiteliales infectados y escamas de colesterol, que van invadiendo e infectando todas las estructuras vecinas.
Causas:
Colesteatoma Congénito: debido a restos embrionarios.
Colesteatoma Adquirido:
- Colesteatoma adquirido primario: se forma una "bolsa de retracción" que parte desde una zona de la membrana timpánica que se llama ático.
- Colesteatoma adquirido secundario: es lo más frecuente, ocurre tras una otitis importante que destruye la membrana timpánica y la perfora.
Síntomas:
Secreción “otorrea”: es la secreción por el oído, suele ser mantenida pero escasa, pardusca, purulenta y frecuentemente muy fétida.
Pérdida de audición o hipoacusia: están destruidos por la supuración parte de los huesecillos del oído medio, martillo, yunque y estribo.
Otodinia o dolor en el oído: sensación de presión o dolor porque el colesteatoma está a presión dentro de su habitáculo.
Diagnóstico:
Supuración maloliente y persistente en un oído.
Otoscopia: apreciamos una perforación en la zona llamada "pars flácida", que está en la zona alta de la membrana timpánica, y a través de la cual se puede ver la masa blanquecina que constituye el colesteatoma. En ocasiones vemos un pólipo inflamatorio obstruyendo la perforación y tapando el colesteatoma.



Audiometría: por lo general existe una hipoacusia de transmisión.
Scanner (TAC) consigue excelentes imágenes de todas las estructuras del oído medio, especifica los límites del colesteatoma y es fundamental para un perfecto conocimiento de las lesiones previas al acto quirúrgico.
Evolución:
Al detectar un colesteatoma la indicación quirúrgica debe ser inmediata, se evitarán así complicaciones graves que pueden llegar a la pérdida total de audición y crisis vertiginosas, o complicaciones graves a nivel cerebral.
Tratamiento:
El tratamiento es quirúrgico, hay que eliminar el colesteatoma, en un segundo tiempo, si ello es posible se intentará reconstruir el oído mediante injertos para paliar la sordera.
Mastoidectomía: se limpia toda la mastoides y se une a la caja del tímpano formando una sola cavidad. Hay mayor seguridad en la eliminación de la enfermedad y mejor control de las posibles recidivas.


Timpanoplastia: hay diversos tipos de reconstrucción, en dependencia de la destrucción provocada por el colesteatoma y de los restos no infectados del oído medio que podamos conservar para reconstruir el oído medio y recuperar si es posible la audición.
No hay que descartar la posibilidad de controlar o erradicar el colesteatoma con la limpieza adecuada en consulta mediante otomicroscopio, aspiración, control con antibiótico local o general, etc.
En cualquier caso, con intervención quirúrgica o sin ella, aunque quede limpia y seca la zona que alojaba el colesteatoma, las revisiones periódicas son insustituibles.