Cuando la producción del moco nasal está aumentada se llama rinorrea y puede entonces aparecer por los orificios nasales, además de notar que estamos continuamente deglutiendo mucosidad.

La rinorrea o secreción nasal abundante es un signo presente en muchas manifestaciones de la vía respiratoria superior, así tenemos:
Resfriado común: de color claro y poco consistente.
Gripe: color claro o blanquecino.
Rinitis alérgicas: abundante y transparente como agua, acompañada de estornudos intensos.
Poliposis nasal: la mucosidad suele ser pegajosa, consistente, ambarina.
Sinusitis: donde las secreciones nasales son espesas y de color amarillo, marrón o verde.
Infecciones bacterianas: mucopurulentas, consistentes, maloliente, amarillo-verdosa.
Aerosoles nasales con vasoconstrictores usados mucho tiempo, por el efecto "rebote".
Cuando hay un exceso en la producción de moco, éste puede bajar por la parte posterior de la garganta, ocasionando tos crónica que empeora al acostarse.
Si la excesiva secreción de moco alcanza en la parte posterior de la nariz, llamado cávum, el orificio de entrada de las trompas de Eustaquio, puede complicarse el cuadro con otitis media o bien otitis seromucosa.
La exploración habitual básica consiste en:
Fibroendoscopia nasal.
Rinofibrolaringoscopia flexible: visualización del cávum, orificios de las trompas de Eustaquio, presencia de mucosidad resbalando por faringe posterior.
Toma de exudado nasal para análisis bacteriológico.
Radiografía de senos paranasales para descartar sinusitis.
TAC (Scanner) de senos paranasales.
Tratamiento:
Es importante mantener el moco líquido y no espeso, para evitar mayores complicaciones como por ejemplo, posibles infecciones sinusales y auditivas.
Es muy importante mantener bien limpias e hidratadas las vías respiratorias.
El paciente deberá beber abundantes líquidos, evitar ambientes secos, usará humidificadores, se lavará las fosas nasales con soluciones salinas, etc.
Puede ser útil los primeros días de un catarro el uso de descongestionantes nasales, preparados anticatarrales con antihistamínicos, y poco más. No usamos antibióticos salvo complicaciones como sinusitis, bronquitis, otitis medias supuradas.