Trastorno que se caracteriza por el cese de la respiración (apnea o hipopnea), como consecuencia de la obstrucción parcial o completa de las vías aéreas superiores, que suele presentarse durante el sueño nocturno.
VÍAS AÉREAS SUPERIORES

En condiciones normales los músculos de la faringe están tensos por lo que sujetan el paladar blando y la úvula, dejando un espacio suficiente para respirar.
Durante el sueño estos músculos se relajan un poco, y las dificultades aparecen si este espacio es más estrecho de lo normal, y durante el sueño se relajan de tal forma que el espacio orofaríngeo casi se cierra y puede interrumpirse el paso de aire hacia los pulmones.
En estos pacientes estas estructuras respiratorias altas vibran al paso forzado del aire y es lo que conocemos con Ronquido, y en muchos de ellos además aparece la llamada Apnea o hipopnea de sueño, conocida como el Síndrome de Apnea Hipopnea Obstructiva de Sueño (SAHS), es decir la interrupción o cese de la actividad respiratoria de forma transitoria, durante unos segundos, seguido de una respiración brusca y agitada.
Como consecuencia de todo esto, el paciente no duerme bien, se duerme por el día, tiene mal rendimiento físico e intelectual, etc., y si esta situación se mantiene mucho tiempo pueden aparecer lesiones tanto a nivel cardíaco, como pulmonar y neurológico.
Así, distinguimos, según su intensidad y persistencia:
SAHOS del sueño leve.
Apnea obstructiva del sueño moderada.
Apnea obstructiva del sueño severa o grave, con interrupciones de la respiración de entre 9-90 segundos.
Causas:
Constitucionales: el sobrepeso y obesidad ha desplazado al tabaquismo como primera causa productora de SAHOS. Cuellos cortos y gruesos, el hábito alcohólico, bebidas frías también contribuyen a este padecimiento.
Hipertrofia de las adenoides o vegetaciones.
Poliposis nasal y nasosinusal.
Paladar blando aumentado de grosor, así como úvula grande. Muy frecuente en fumadores, bebedores, sobrepeso, etc.
Hipertrofia de los cornetes nasales
Macroglosia (aumento de tamaño de la lengua)
Retrognatia: maxilar inferior poco desarrollado y retraído.
Medicamentos: algunos relajantes musculares y mediación para inducir el sueño.
Síntomas:
Ronquido (ruido) fuerte, que suelen preceder a las apneas.
Cansancio físico, sobre todo matutino.
Somnolencia anormal e injustificada durante el día.
Dolores de cabeza, pesadez.
Capacidad de atención disminuida.
Pérdida de memoria.
Irritabilidad y cambio de personalidad (agresividad).
Impotencia sexual.
Diagnóstico:
Es muy importante el historial médico, muchas veces facilitado por las personas que conviven con el paciente.
Aparte de descartar el sobrepeso, tabaquismo, alcoholismo, es importante saber el hábito de vida del paciente, actividad, sedentarismo, hábitos alimenticios, etc.
Fibroendoscopia nasal: visualización completa de las vías altas respiratorias para descartar las causas obstructivas a este nivel.
Maniobra de Mueller, para valorar el grado de colapso de las vías altas respiratorias.
Polisomnografía (estudio de sueño): el paciente duerme con electrodos en distintas partes del cuerpo para captar información de las distintas fases habituales del sueño fisiológico, ondas cerebrales, ritmo cardíaco, tensión arterial, despertares, agitación corporal, movimientos oculares, y lo más importante, medir la saturación de oxígeno y retención de anhídrido carbónico durante el sueño y medir el número de apneas e hipopneas diferenciándolas en centrales u obstructivas. Se aconseja al paciente que si puede no duerma la noche anterior, y que no tome alcohol, que no fume, que no consuma café o té, y que no consuma mediación hipnótica (inductora del sueño).


Diagnóstico por imagen:
TAC (scanner) de vías altas respiratorias, senos paranasales y rinofaringe.
Resonancia nuclear magnética.
Cefalometría: permite obtener información objetiva de la estructura anatómica esquelética, del espacio aéreo posterior, de la posición del músculo hioides, del paladar blando y del maxilar inferior. Suele valorar estos datos el especialista MaxiloFacial.
Tratamiento:
El objetivo principal del tratamiento es mantener las vías respiratorias superiores abiertas, con el fin de permitir o restablecer el flujo normal de aire, previniendo así los episodios de "apnea" durante el sueño.
El mejor tratamiento posible será corregir el origen o causas del problema, comentados anteriormente, a destacar:
Corregir el sobrepeso y obesidad, con dieta controlada, ejercicio, etc.
Valorar cirugía bariátrica (de la obesidad mórbida).
Dejar de fumar.
Dejar de tomar alcohol.
Cenar poco y acostarse con la digestión hecha.
Dormir de lado, evitar dormir boca arriba (de memoria).
Elevar 4-5 dedos la cabecera del somier de la cama.
Evitar las pastillas para dormir.
CPAP (Sistema de presión positiva de aire continuo): es el tratamiento de elección para la Apnea Obstructiva de Sueño grave. Consiste en un equipo de ventilación con una mascarilla que se sitúa sobre la nariz y la boca durante la noche, que favorece una respiración mecánica, evitando el colapso faríngeo.


Entre las medidas quirúrgicas más habituales tenemos:
Adenoidectomía.
Amigdalectomía o Amigdalotomía.
Septoplastia.
Polipectomía nasal. CENS (Cirugía Endoscópica Naso Sinusal).
Reducción de cornetes inferiores con radiofrecuencia.
Uvulo-palatoplastia: reducción de volumen del paladar blando, con radiofrecuencia o laser CO2.
Uvulo-palato-faringoplastia: añadir la extirpación de las amígdalas palatinas.