REFLUJO GASTROESOFÁGICO (ERGE)
Hablamos de reflujo cuando el contenido del estómago fluye retrógradamente hacia arriba, es decir, hacia el esófago e incluso la boca. Esto puede irritar el esófago y causa acidez gástrica y otros síntomas.
Cuando deglutimos, el alimento pasa desde la boca hasta el estómago a través del esófago. Un anillo de fibras musculares en la parte inferior del esófago impide que el alimento deglutido vuelva a subir. Estas fibras musculares se denominan esfínter esofágico inferior.
Cuando este anillo muscular no se cierra bien, los contenidos del estómago pueden devolverse hacia el esófago. Esto se denomina reflujo o reflujo gastroesofágico. El reflujo puede causar síntomas. Los ácidos gástricos fuertes también pueden dañar el revestimiento del esófago.



Causas:
- Hábito tabáquico y alcohólico.
- Algunos alimentos: chocolate, café, especias como la pimienta.
- Alimentos grasos de difícil digestión.
- Bebidas muy frías o muy calientes.
- Obesidad y sobrepeso
- Algunos fármacos: Anticolinérgicos (por ejemplo, para el mareo), Broncodilatadores para el asma, Bloqueadores de los canales del calcio para la hipertensión arterial, Fármacos dopaminérgicos para el mal de Parkinson, Progestágeno para el sangrado menstrual anormal o el control natal, Sedantes para el insomnio o la ansiedad, Antidepresivos tricíclicos.
Frecuentemente, existe la denominada HERNIA DE HIATO, que consiste en que parte de la mucosa del estómago se ha deslizado hacia arriba a través del diafragma, ocupando parte del mediastino (espacio entre los pulmones), lo que favorece aún más el paso de contenido ácido hacia el esófago.
Los Síntomas: más característicos del ERGE son los siguientes:
- Regurgitación de contenido ácido hacia el esófago y la boca. Se siente sensación de ardor o pirosis, dolor detrás del esternón, dolor entre el pecho y la espalda.
- Al dormir puede suceder que nos despertemos con sensación de ahogo y ardor en la boca.
- Dolor de garganta por la regurgitación ácida.
- Disfonía y tos crónica, carraspeo constante, por la irritación de los jugos gástricos en la laringe.
- Dificultad respiratoria y asma.
Diagnóstico:
Generalmente la clínica es suficientemente elocuente para sospecharla.
Radiología: Tránsito gastro-esofágico.
Endoscopia: permite ver el problema, su extensión, se puede tomar biopsia, etc
Manometría esofágica y medición del pH a nivel del esófago.
Tratamiento:
- Es importante cambiar los hábitos alimenticios incorrectos.
- Dieta variada y equilibrada, con un contenido alto de fruta, verdura y fibra vegetal de cereales y legumbres.
- Distribuir la ingesta total del día en 5 tomas, mejor que 3, para evitar picar entre horas.
- Comer lentamente y masticar bien los alimentos.
- Tomar los líquidos entre las comidas, para no aumentar el volumen del estómago.
Suprimir:
- Grasas, en especial los fritos. Salsas y guisos.
- Bebidas alcohólicas y más concretamente las que contengan gas.
- Chocolate, café, cítricos, tomate, guindilla, vinagre y carminativos como ajo, menta, hinojo, albahaca, cilantro, cebolla, zanahoria, nuez moscada y salvia.
Recomendaciones:
- Alimentos cocidos al vapor, hervidos, microondas, al horno. Ni muy fríos ni muy calientes.
- Acostarse con la digestión de la cena (ligera) hecha, unas 2 horas mínimo.
- Eleve la cabecera de la cama unos 15-30 cm, para ello ponga unos tacos de madera, ladrillo, libros, etc debajo de las patas del cabecero de la cama. No use almohadas pues nos movemos al dormir.
- No realice ejercicio físico en el que descienda la cabeza y evite ejercicios que aumentan la presión dentro del abdomen (abdominales, levantar peso, estreñimiento, etc).
- No use cinturones ni ropa apretada.
- Evite analgésicos tipo antiinflamatorios (Ibuprofeno, Voltarén), Aspirina y anticonceptivos orales.
- Perder peso si es el caso.
- Tomar alimentos ricos en omega-3.
- Consumir los líquidos entre las comidas y no durante las mismas para evitar aumentar el volumen del estómago.
- Perder peso en caso de presentar sobrepeso u obesidad.
Medicación:
Si fracasan las medidas anteriores, puede ser útil:
- Antiácidos.
- Inhibidores de la bomba de protones: los más utilizados. (Omeprazol, etc).
Cirugía: en los casos más severos.