El término de faringitis crónica engloba una serie de procesos de procesos inflamatorios y/o irritativos persistentes mucho tiempo de la mucosa faríngea, sin relación directa con la infección bacteriana.
Causas más frecuentes:
Hábito tabíquico en fumadores.
Hábito alcohílico, bebedores de bebidas alcohólicas o abuso de bebidas frías.
Polvo ambiental.
Ambiente laboral desfavorable, con mala ventilación, calor, polvo, etc.
Cambios bruscos de temperatura.
Aire acondicionado. Calefacción por aire.
Abuso de gotas nasales vasocontrictoras.
Sinusitis crónica.
Reflujo gastroesofágico, esofagitis, gastritis.
Enfermedades metabólicas como la diabetes.
Menopausia.
Hipotiroidismo.
Abuso de la voz.
Alergia respiratoria.
Amigdalectomía (faringitis seca tonsilopriva).
Síntomas:
Sequedad faríngea.
Sensación de cuerpo extraño en la garganta.
Carraspeo.
Tos irritativa.


Diagnóstico:
En primer lugar por la historia clínica y hábitos ambientales y de trabajo del paciente.
Fibroendoscopia nasal y faríngea: podemos ver la sequedad y delgadez de la mucosa, costras tanto a nivel de cornetes como en faringe posterior, así como el aumento de tamaño de los folículos linfáticos de la faringe y base de la lengua.
Frotis faríngeo, cultivo (si sospechamos infección bacteriana) y antibiograma.
Tratamiento:
Siempre que se pueda, tratar el origen del problema, como por ejemplo:
Supresión del tabaco.
Supresión del alcohol, bebidas frías.
Evitar cambios bruscos de temperatura.
Evitar aire acondicionado.
Hidratación en los profesionales de la voz.
Soluciones salinas isotónicas por la nariz.
Pomadas nasales hidratantes.
Mucolíticos.
Humidificadores del ambiente.
Corregir la esofagitis por reflujo gastroesofágico.
Eliminar focos infecciosos de las vías altas respiratorias: adenoiditis, amigdalitis crónica, sinusitis crónica.